Bosque comestible - Guía



 



¿Qué es un bosque comestible?

Es un ecosistema que imita la estructura “multistrata” de un bosque natural donde usamos plantas que nos benefician directa o indirectamente, a menudo con alguna parte o fruto comestible, plantadas de manera que se maximicen la interacciones positivas y minimicen las negativas donde, con los años, todo crece con la mínima intervención por parte del cultivador que se ha de encargar de dirigir la evolución del sistema. Es una manera respetuosa de cultivar la tierra. El ecosistema comestible es la forma más eficiente, productiva y sostenible de hacerlo para obtener alimentos y otros productos útiles para nosotros.

Dependiendo del autor, hay seis estratos o capas: los árboles, los arbustos, las herbáceas, las cubridoras del suelo, las trepaderas y el cultivo de raíz.




Se genera una sucesión guiada de especies como la que se produce en la naturaleza de manera espontánea en la que unas plantas pioneras i regeneradoras del suelo preparan el terreno con el fin de que otras especies menos fuertes, resistentes o adaptables se puedan establecer. Cuando de deja un terreno desnudo y degradado como el que queda después de años de agricultura convencional, aparecen primero las plantas adecuadas para sanar ese pedazo de tierra. Estas son las mal nombradas malas hierbas que nosotros preferimos llamar adventicias. Son las pioneras, las que están preparadas para la faena dura. Nosotros, como cultivadores, no disponemos del tiempo necesario para que esa tierra se convierta, sin hacer nada, en un bosque de donde poder extraer recursos y, sin nuestra guía no se convertiría en nada parecido a lo que aquí hablamos, por lo tanto, de lo que se trata es de acelerar la sucesión natural, interviniendo y plantando las plantas más eficientes para la delicada labor de regenerar el suelo y preparar la tierra. Plantaremos plantas como alfalfa y otras leguminosas leñosas que abonan, ablandan y acondicionan la tierra.

Muchas de las plantas de un bosque comestible son multi función (pueden hacer de corta vientos, o fijar nitrógeno, generar humus, o dar fruto y ser comestibles, ser melíferas, medicinales, aromáticas y para especias y condimentos, que aporten madera para carpintería o leña, cera para velas o jabón, etc.) y perennes dotándolo de una naturaleza a largo plazo. Algunas se auto-siembran y otras se propagan a través de rizomas, estolones, etc.

La tierra no se rotura para mantener la estructura y proteger la vida del suelo, verdadera base de la fertilidad, aunque al principio puede que tengamos que labrar para que el abono verde pueda establecerse y también parar un subsolador para romper la capa de compactación, capa que se forma con el uso continuado de maquinaria agraria por debajo de la profundidad del laboreo.

El suelo se mantiene cubierto con una gran diversidad de especies (unas trescientas como referencia) desde árboles grandes y pequeños, arbustos y todo tipo de herbáceas.

Es resiliente: Tiene la capacidad de recuperarse después de una disturbación y tolera bien los extremos, como por ejemplo las lluvias fuertes gracias a la esponjosidad de la materia orgánica y la sequía gracias a las micorrizas, unos hongos que están en simbiosis con las raíces de las plantas que actúan como a extensión de las mismas distribuyendo agua y nutrientes equitativamente por todo el territorio según se requiera.

Al diversificar la producción impedimos que los contratiempos nos estropeen toda la cosecha: Si la producción de manzanas se ve mermada a causa de las picadas de la mosca, aunque es muy probable que en un ecosistema como el que intentamos reproducir la población de insectos herbívoros no sea preocupante, tenemos otras especies que no se ven afectadas por la mosca en cuestión y, por lo tanto, no se convierte en una plaga devastadora y no requiere de nuestra intervención, a menudo amenazadora para la vida.

Las plagas pasan más tiempo buscando su alimento entre la diversidad de formas, olores y colores y exponiéndose a depredadores que alimentándose y reproduciéndose. Se intenta maximizar los hábitats de las especies depredadoras como proveyendo plantas que las benefician, o lagunas, piedras, troncos. Biotopos.

Avispas, lagartijas, mantis, pájaros, ranas, murciélagos, serpientes
arañas y libélulas son excelentes depredadores de insectos hervívoros


No todas las especies de plantas que hay en un forest garden son de beneficio directo. También hay las plantas de soporte como las que usamos exclusivamente para fertilizar el bosque con su capacidad para fijar el nitrógeno atmosférico a través de una simbiosis con bacterias.


Nódulos de rhizobium sobre leguminosa


Se autofertiliza a través de las plantas fijadoras de N2 y las que, con sus raíces, suben y recuperan nutrientes del subsuelo antes que se lixivien y los liberan en forma de hoja caída, exudaciones, frutos, etc.

La tierra goza de buena salud y estructura gracias a la amplia cadena trófica que se genera, desde micro a macroorganismos, plantas incluidas, y la constante creación de suelo gracias a la materia orgánica proveniente de la caída de hojas y a la técnica “chop and dropaplicada a nuestro clima, que trata de cortar y dejar la materia orgánica en el suelo o hacer coppice, es decir, podar las plantas de soporte que son capaces de rebrotar y triturar las ramas más pequeñas de cinco centímetros (ya que estas son las que contienen más lignina y menos celulosa para decantar la balanza hongos-bacterias hacia los hongos, necesarios para el bosque) para después extender las astillas por el bosque como acolchado, que además de generar suelo y abonar la tierra, evita que se evapore el agua rápidamente, aporta un nicho ecológico para especies animales, evita que las plantas adventicias aparezcan en mayor medida y hace que el sol no toque directamente el suelo ya que eso puede degradarla.

El suelo siempre se mantiene cubierto, ya sea con acolchado o, mejor todavía, con la sombra de las plantas.

Lo ideal es que se pueda extraer rendimiento constante. Dentro del calendario diseñamos para que haya producción el mayor tiempo posible. Igualmente, se intenta que siempre haya alguna planta en flor para poder nutrir las abejas.

También absorbe y acumula más CO2 que un monocultivo, ayudando a evitar el efecto invernadero y el calentamiento global.

Siempre es preferible que se instale en un terreno degradado para poderlo recuperar, en vez de hacerlo en un sitio donde ya haya un bosque y talarlo todo para comenzar de nuevo, aunque si hay claros o espacio también de pueden introducir especies podando un poco para hacer luz, por ejemplo.

Una aspiración es obtener el máximo rendimiento o output, por el mínimo mantenimiento o input en términos de energía.

Pese a que la traducción “bosque comestible” se ha ido estableciendo, está lejos de la connotación inglesa originaria. En inglés, “forest garden” es una adaptación de “home garden” que vendría a ser “huerto doméstico” y traducido literalmente sería “jardín forestal" aunque lo más apropiado sería llamarlo "vergel forestal" o usar el término original acuñado inglés y no traducirlo.


¿Porqué queremos un forest garden?

La agricultura convencional sufrió una gran transformación debido a la disponibilidad de energía fósil a un precio muy bajo. Gracias al petróleo ha sido posible la mecanización del trabajo de la tierra a gran escala, el uso de productos químicos en el abono y el control de plagas, la producción de grandes cantidades de alimentos, su transformación, almacenaje, transporte y comercialización en sitios lejanos.

Con la agricultura mecanizada se ha observado un incremento de la producción hasta un 300%, pero el subsidio energético invertido no se recupera equitativamente ya que por cada diez calorías invertidas el sistema devuelve una, lo que lo hace claramente insostenible.
Esto significa que las grandes producciones actuales no se deben a métodos eficientes ni sostenible, sino a una fuente energética externa, la reducción o colapso de la cual provocaría una catastrófica caída de la producción.

La agricultura mecanizada, frágil e insostenible


Además hay que tener en cuenta el altísimo precio que se paga por esta agricultura en términos de erosión, contaminación y emisión de CO2. En Suiza, por ejemplo, se ha calculado que el 20% de las emisiones tienen que ver con la producción y distribución de alimentos.

Hace falta encontrar maneras sostenibles y no dependientes del petróleo de obtener alimentos. Hace falta observar la naturaleza, la cual produce grandes cantidades de alimentos para infinidad de seres utilizando nada más la energía del sol.

Todos los suelos productivos que hay actualmente en el planeta provienen de antiguos bosques caducifolios, y la agricultura no es más que un esfuerzo duro y constante para evitar que el bosque recupere terreno, para luchar contra la tendencia natural de cualquier tierra que es la de convertirse en bosque por el proceso de sucesión.

La fuerza de la luz solar sobre la tierra desnuda puede destruir la vida del suelo, hasta una profundidad de 30 centímetros.

En nuestro clima mediterráneo el bosque original es el encinar, fresco y sombrío, con mucha diversidad, equilibrado y resistente a las maluras, sequías, incendios, etc.

Pocos bosques originarios quedan, debido a la sobrexplotación de éstos: tierras aradas, pastoreo intensivo de animales, tala en grandes cantidades de árboles para carpintería, leña y carbón, construcción masiva de naves acuáticas, etc. Lo que tenemos son bosques en diferentes estadios sucesionales hacia el estado maduro, donde hay pocos árboles grandes y en cambio muchos matorrales y pinos que favorecen la propagación de incendios.

La desforestación amazónica: el patrón se repite.


¿Porqué no vamos a favor de la naturaleza y hacemos el camino inverso al que ha hecho la agricultura, del campo desnudo al bosque, a través de diferentes estados secuenciales acelerando la sucesión, obteniendo beneficio de todos ellos?

Hemos crecido en una sociedad que ha separado los usos residenciales de la tierra de los usos agrícolas y por eso no nos damos cuenta de la profunda insostenibilidad del sistema de producción de alimentos actual.

Hemos de tener en cuenta que para obtener 20 litros de leche que puede producir una vaca al día (criada con criterios respetuosos) se necesitan 2 hectáreas de terreno. Con la tierra y el agua (unos 20.000 litros por kilo de carne) que necesita una vaca podrían vivir 20 personas si se alimentasen con los productos que daría ésta superficie de pastura y cereal transformada en forest garden.
Aporta una gran belleza y un espacio donde poder recrearse con la naturaleza y gozar, alimentando el vientre y el espíritu al mismo tiempo.

Constituye un paso hacia la soberanía alimentaria, pudiendo llegar a auto-abastecernos completamente, usando un sistema de producción altamente eficiente que coopera y co-crea con los procesos naturales, si realizamos un cambio de alimentación actual, basada en cereales, a una alimentación más diversa y basándola en la consumición de frutos secos como nueces, castañas, avellanas, almendras, pecanas, etc.

En el antiguo pueblo de Córcega la gente vivía mayoritariamente de las castañas que producía la isla hasta que los romanos, que los querían someter y al no poder hacerlo, encontraron la vía de cortar todos los castaños, y así lo consiguieron. Tal vez podamos aprender alguna cosa de esta triste historia y entre otros es que los córcegos eran autosuficientes. Tal vez podamos revertir el proceso de que sin dinero no tenemos nada, ni siquiera aquello más básico y por lo tanto nos volvemos esclavos de la moneda, a: podemos vivir modestamente en la abundancia de aquello que nos brinda la naturaleza de manera natural, proponiéndonos volver al Jardín del Edén y dejar de lado los caminos de la agricultura que implica la frase “te ganarás el pan con el sudor de tu frente” camino que cada vez más ha de ir quedando obsoleto.

La base de alimentación puede ser otra


La visión de un futuro sin petróleo se nos hace menos temible si contamos con la posibilidad de vivir en un forest garden, porqué cada año que pase el bosque será más maduro, más equilibrado, hará falta menos esfuerzo por parte nuestra y producirá más alimentos, más leña, más aire puro, más lluvia y más belleza. Volveremos a vivir en el paraíso.


Método de implementación

Primera fase: Diseño

Si el terreno lo requiere y no tiene terrazas, es aconsejable diseñar y construir unas swales o zanjas de infiltración a lo largo de las curvas de nivel que tienen como finalidad recoger y distribuir el agua de lluvia y hacer que permanezca en el terreno el mayor tiempo posible al mismo tiempo que evita erosiones. También resulta interesante construir alguna laguna ahí donde se acumula el agua, en una valle o confluencia de laderas y a la altura donde el terreno pasa de ser cóncavo a convexo.

Las swales y las lagunas son elementos muy útiles para retener y almacenar agua.


Un paso importante consiste en elaborar un mapa del terreno designado a escala 1:100 o 1:200, para poder trabajar mejor.

En cuanto a cómo ubicar las plantas se trata de saber qué, dónde y cuándo plantar.

Se diseñan los estratos de los árboles y arbustos grandes, de más de dos metros de altitud, sobre papel (siempre es mejor cometer los errores en papel), ubicando las plantas más altas al norte, dejando un margen entre sus copas en la plenitud de aproximadamente la mitad de la mediana de la amplitud de sus copas una vez maduras (existen bases de datos), para que haya suficiente luz que atraviese hacia el sotobosque, y intercalando árboles y arbustos grandes fijadores de nitrógeno, de tal manera que las raíces de los árboles y arbustos grandes productores estén siempre en contacto con las de alguna especie de soporte.

Hace falta tener en cuenta que algunas especies de árboles, como el género juglans, los nogales, exudan unos químicos por sus raíces que hacen que muchas de las plantas que están en contacto no se desarrollen. Éste fenómeno se conoce como alelopatia o efecto alelopático.

Ahora se pueden diseñar los caminos procurando dejar un ancho que permita pasar una carretilla.

El diseño del estrato arbustivo consiste, básicamente, en ubicar los arbustos de manera que reciban suficiente exposición solar si la requieren. Algunas plantas producen bien con poca luz mientras que otras la necesitan.

El paso siguiente es diseñar los policultivos de herbáceas, primero los de a corto y medio plazo y después los de a largo plazo según las condiciones de cada fase: antes que los árboles den demasiada sombra, las herbáceas tendrán que ser tolerantes al pleno sol y más adelante a la sombra, en diferentes grados ya que no por todas partes habrá la misma exposición solar. Los policultivos tiene como ventaja que utilizan el espacio del suelo y la luz del sol más eficientemente que un monocultivo ya que las raíces y las partes aéreas se solapan mejor y que aumenta la resiliencia del conjunto. Se escoge una mezcla de plantas: herbáceas perennes (por ejemplo aquellas que la parte aérea muere en invierno y rebrotan en primavera desde raíz), perennes siempreverdes, bulbos, arbustos pequeños, tubérculos y cosecha de raíz, arbustos y plantas trepadores y plantas corredizas a nivel de suelo que al expandirse llenan los vacíos que puedan quedar. Son plantas que procuden alimento o bien sirven para fijar nitrógeno, o son meliferas, forrageras tintórias, ceríferas, aromáticas, medicinales, o actúan como acumuladoras dinámicas (acumulan y liberan nutrientes), o que sirven como cobertoras del suelo o para producir materia orgánica, o para favorecer la fauna beneficiosa o muchos de estos aspectos a la vez, tal como dice un principio de la permacultura: que cada elemento tenga múltiples funciones.

Aquí intentamos que todo quede apelmazado i que, por lo tanto, no haya sitio ni oportunidad para la vegetación adventícia, aunque siempre la habrá en un grado u otro.

Hay que tener en cuenta las necesidades hídricas y lumínicas de cada especie, que varían, y plantarlas en el sitio donde puedan ser satisfechas. Por ejemplo: es probable que la zona que está más cerca del margen de una terraza sea más seca que la que está justo por debajo de la superior, aunque seguramente también sea más honda y queramos poner árboles que tengan raíces profundas que tiren hacia abajo, ya que, para hacer las terrazas se excava un triángulo de la parte alta y se añade a la parte baja de manera que quede plano.

Se puede plantar un pedazo del terreno y debajo de los árboles todo de una sola herbácea, siempre que sea vigorosa y buena cobertora, como la menta, con el fin de intentar excluir las plantas adventícias, o se puede plantar una mezcla de plantas. Dada la complicación que representa la competéncia entre éstas i la posibilidad de que una ahogue a las otras, proponemos tres casos:

- Se puede diseñar un espacio con dos plantas tipo mata. En este caso tendria que ser la planta más competidora, grande y alta formando islas dentro de un mar la planta más pequeña y menos competidora.

- Otro caso seria plantar islas de una planta tipo mata dentro de un mar de una planta corrediza. Si la mata es fuerte y vigorosa, la isla la puede formar una sola de estas plantas y si no lo es pueden ser várias plantas formando la isla.

- El último de los casos propuestos seria plantar dos plantas corredizas. Este caso representa más reto ya que es más probable que una planta excluya la otra por competición. Aquí tenemos que escoger plantas de similar vigor y hábito o escoger una planta siempreverde, tolerante a la sombra y menos vigorosa y la otra caducifolia y más vigorosa.

Ya que hay pocos ejemplos documentados de las asociaciones de cultivos perennes eficientes para nuestro clima seria interesante dar lugar a la experimentación. Para hacerlo, seria bueno documentar qué plantas se asocian y sus características. Como a ligera guía, decir que es importante que ocupen nichos ecológicos distintos dentro del espacio-tiempo: que se nutran mayoritariamente de nutrientes diferentes, que tengan ciclos vitales diferentes o “despierten” en diferentes momentos del año o que, senzillamente, el patrón de las partes aéreas y de las raíces sea distinto. Se puede enganchar una pegatina de color en los tiestos según el tipo de raíz antes de plantar y mezclarlas en el sitio. En todo caso no optaria por mezclar más de cinco especies diferentes en un sitio reducido. Como dicen en permacultura la cosecha sólo se ve limitada por la imaginación. ¡Las posibilidades son enormes!

Una técnica que se puede utilizar y que resulta útil para construir el humus o capa orgánica del suelo, aspecto particular de todos los bosques, es ubicar las especies pensadas para medio y largo plazo y plantar densamente, en el estadio inicial y en los espacios vacíos separados de una distancia prudencial, con árboles, arbustos y herbáceas que usaremos exclusivamente como soporte, sobretodo leguminosas que rebroten en ser cortadas, que cuando crezcan serán serradas o segadas i trituradas si són leñosas (en nuestro clima mediterráneo, en sitios sin humedad constante, tardan mucho más en descomponerse si no lo hacemos así) i entonces esparcidas por el terreno como acolchado. Más tarde volverán a crecer y podremos repetir el proceso hasta que las especies que queremos conservar sean bastante grandes y hayan ocupado el sitio. Las plantas, en ser podadas, se libran de una parte de las raíces. Éstas, en descomponerse o ser comidas por gusanos de tierra (los mejores trabajadores que podamos desear!), acondicionan la tierra nutriendola de nutrientes y dejando canales blandos por donde las raíces de la vegetación posterior encuentran el camino más sencillo.

Para realizar este diseño es necesario tener un determinado conocimiento de las características de las plantas. Para un listado de plantas útiles para el clima mediterráneo ver Plantas para el diseño. De cada una, en cuanto al diseño, es útil conocer las necesidades hídricas i lumínicas; el ciclo de crecimiento a lo largo del calendario: fases en que se desenvolupa, florece, fructifica y muere; la hardiness zone o rango de temperaturas que tolera; las tolerancias de PH; la forma que adopta; altitud y amplitud en la madurez; el patrón de las raíces; el hábito que muestra: si hace rizomas, estolones, si es corrediza, siempreverde, efímera, perenne o anual, si hace chupones o si forma mata o tiene un solo tronco; los usos i funciones dentro del bosque; etc.

Algunas especies con frutas sorprendentes y poco conocidas se pueden cultivar 
en nuestro clima, como el paw paw, con un gusto entre mango, plátano y papaya.



Segunda fase: Preparación.

Se subsuela y labra la tierra y se siembra con abono verde o plantas que abonen y que con sus raíces abran la tierra condicionándola. Las plantas que proponemos para esta función son: alfalfa (Medicago sativa) con el fin de reblandecer la tierra y abonarla en profundidad, rábano (Raphanus sativus), que rompe el suelo compactado y trébol (Trifolium repens) que al ser corrediza llena los espacios vacíos además de abonar con nitrógeno. Se deja que las plantas trabajen la tierra a lo largo de dos años.

Subsolador yeomans


Paralelamente se prepara el vivero de las plantas de soporte y de las especies productivas deseadas, teniendo en cuenta las cantidades expresadas en el diseño. Es aconsejable sembrar las plantas bajo invernadero con nebulizadores, en tiestos o mejor en root trainers (entrenadores de raíces) y en el caso de los árboles y grandes arbustos cuando tengan una saba se pueden transplantar en tiestos más grandes fuera, en el vivero. Cuando se siembren semillas grandes es aconsejable colgar los recipientes con hilos ya que a los roedores les encantan. También se pueden instalar trampas enganchosas para evitar la mayoria de las plagas que el plantel puede tener en el invernadero.

Las raíces en root trainers no circulan en círculo y se las puntas podan con el aire.


Es aconsejable injertar los árboles. Las ventajas son las siguientes: Fructifican mucho antes; dan los mismos frutos que el árbol de origen (son clones) i si no lo hiciéramos podría ser que los frutos no sean buenos, ya que, por arte de la combinación genética, la loteria puede dotarlos de grandes cualidades organolépticas o no; se puede escoger los pies o portainjertos que se adapten mejor al terreno cuando la especie injertada no lo haria; se puede regular el vigor (la fuerza y el tamaño) y la longevidad según el portainjertos; hacer que resistan mejor algunas emfermedades; etc. Por contrapartida, acostuman a vivir menos años i según cómo se mire, puede resultar una práctica abobinable en contra de toda naturaleza: es posible que hayamos seleccionado las plantas con frutos más gustosos y grandes pero, quizás, no necesáriamente las más nutritivas o las más adecuadas para que por naturaleza tengan más ventaja evolutiva. Hoy encontramos naranjas grandes, sabrosas y sin apenas semillas, lo que para nosotros puede resultar agradable, pero si no tiene semillas nos estamos condenando a tener que perpetuar su especie con nuestra propia labor y si, por lo que sea, dejáramos de hacerlo no habría manera de que siguieran existiendo, por no hablar de la resta de especies de las cuales no podemos sacar un beneficio directo, que eliminamos si se interponen entre nuestro alimento y nosotros.


Tercera fase: Establecimiento.

En otoño, teniendo ya la tierra preparada, se transplantan los árboles i arbustos entre el abono verde, que lo podemos conservar, haciendo el alcorque: una especie de plato hondo con el fin de que el agua quede acumulada ahí y no vierta. Es interesante cubrir los alrededores con una capa gruesa de cartón, evitando que esté en contacto con la corteza para evitar podredumbres, así nos aseguramos que no sufra el ahogo de las plantas adventícias.

Ahora se puede instalar un sistema de irrigación, sólo para aquellos arboles y arbustos que lo requieran. En nuestro clima, con nuestra pluviometria y en verano nos vemos obligados a regar las plantas que durante sus primeros años de vida sean vulnerables a la sequía, aunque escogemos desde un inicio plantas tolerantes. Una vez tengan un sistema radicular fuerte y profundo ya no hará falta regar más.

En la primavera siguiente es cuando se realizan las plantaciones de los policultivos de herbáceas. Préviamente se ha cubierto densamente de cartón la zona a plantar y ahora se destapa.

Con todo esto se estima que en unos cinco años los árboles comienzen a producir y en quince llegan a la madureza, pero también se puede tener cosecha de otras especies mucho antes, desde los primeros estadios.


Epílogo

Tal como decía Mahatma Gandhi, el planeta tiene recursos suficentes para satisfacer las necesidades de todos, pero no la avarícia de unos cuantos. Volver a los orígenes no siempre significa volver atrás y perder bienestar pero puede representar ganar en propósito, moralidad, salud y comfort. Nuestros antepasados cazadores-recolectores, a diferencia de lo que se cree, vivian en una glória que se ha perdido y ya no podemos recordar. El nacimiento de la agricultura nos permitió volvernos sedentarios y incrementar la disponibilidad de alimentos. Esto originó un crecimiento demográfico y al haber más individuos que alimentar se requirieron de más campos de cultivo, generando al mismo tiempo más alimentos y más crecimiento demográfico, porque también se necesitaban de más manos para cultivar. A partir de entonces el crecimiento fué exponencial y, como un pez que se muerde la cola, todavia dura hasta dia de hoy. Se cree, y parece obvio, que nuestros antepasados tribales se lo pensaban mucho antes de traer nuevas criaturas al mundo ya que la relativa escasedad de alimentos era un factor limitante. Si es cierto que en temas de salud, como la emfermedad o romperse una pierna, no siempre eran fáciles de resolver, también es cierto que no eran tan diversos como los que ahora tenemos y los peligros menores en otros sentidos, ya que comenzaron a aparecer nuevas emfermedades debidas a la alimentación menos rica y variada y, como en el caso de los monocultivos, el cúmulo de individuos favorece la propagación. También nos vimos afectados por las hambrunas causadas por años de malas cosechas y más recientemente la aparición de químicos sintéticos, el electromagnetismo, la radiación y demás. Con todo esto ha quedado impreso en la consciencia colectiva que vivimos mejor en tiempos presentes que no en el pasado, yo digo: ¿de qué pasado hablamos?

A veces observo actitudes i comportamientos que bien podrian ser los de un óvulo esperando en ser fertilizado y también los de un espermatozoide en busca del premio, pero el final a cumplir por los dos es el mismo: eternizar, producir y evolucionar la vida. Esta es como una maraña de redes en la que existe una interdependencia, a veces muy sutil, en la que todo depende, apoya y requiere el todo, formando un ciclo cerrado: la naturaleza no conoce desperdicio, lo que es residuo para unos es alimento para otro. Esta interconexión es tal, que no hay diferencia entre lo que le hacemos a la naturaleza y lo que nos hacemos a nosotros mismos en conjunto: se puede observar como enjaulamos los animales exclusivamente para la producción y cómo estamos enjaulados de la misma manera, cómo podamos los árboles brutalmente para producción y cómo nos podamos las mentes de la misma forma, no hay diferencia en el hecho de eliminar todo lo que no nos beneficia directamente en los campos de cultivo y asaltar con cargas policiales una manifestación pacífica en nombre del orden creado. Por todas partes se puede ver las implicaciones de la interconexión a veces no tan horrorosas como estos breves ejemplos. La guerra en general contra la naturaleza en general parece ser fruto del miedo en general. Como dice el maestro zen Thich Nhat Hanh, no hay camino hacia la paz, la paz es el camino. Estamos desafiando el orden natural de las cosas y desviando la atención hacia problemas que consideramos de vital importancia cuando otros temas de extrema necesidad y importantes de verdad nos empiezan a asfixiar. Nosotros tenemos en nuestras manos la decisión y la oportunidad de convertir nuestro hogar, el planeta tierra, en fuente de belleza, harmonia y paz. ¿Seremos suficientemente inteligentes, aspecto por el cual nos sentimos tan superiores a la resta de seres vivos, para resolver los problemas profundos y fundamentales que nos afectan a todos? ¡Hagámoslo! ¡Paso a paso!

Los lemmings se conocen por su suicidio colectivo. Comen y se reproducen hasta que, habiendo agotado la comida emigran en busca de más. A veces un rio se interpone en su camino...
 


Bibliografía

Permaculture, a designer’s manual,Bill Mollison, Desembre 1988
Gaia’s Garden, Toby Hemenway, Abril 2001
Edible Forest Gardens, Dave Jacke with Eric Toensmeier, July 2005
Rainwater Harvesting for Drylands and Beyond, Brad Lancaster, 2008
Creating a Forest Garden, Martin Crawford, 2010
How to make a Forest Garden, Patrick Whitefield, Octubre 2012 (3ª edición)
The one straw revolution, Masanobu Fukuoka, 1978
Sepp Holzer’s permaculture, Sepp Holzer, 2010
Forest Gardening, Robert Hart, May 1996 (2 ª edición)
Plants for a future, Ken Fern, 1997

Fuentes audiovisuales de interés

Establishing a Food Forest, Geoff Lawton, 2008
Greening the desert, Geoff Lawton, 2001
El rebelde agrario, Sepp Holzer, 2001
A forest garden year, Martin Crawford, September 2010
Una granja para el futuro, Rebecca Hosking, 2008



Autor

Han Kim, permacultor certificado, estudioso de diferentes tendencias teóricas en la implementación del forest garden y estudiante de ingeniería agroambiental y del paisaje.



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