
Es un ecosistema que imita la
estructura “multistrata” de un bosque natural donde usamos
plantas que nos benefician directa o indirectamente, a menudo con
alguna parte o fruto comestible, plantadas de manera que se maximicen
la interacciones positivas y minimicen las negativas donde, con los
años, todo crece con la mínima intervención por parte del
cultivador que se ha de encargar de dirigir la evolución del
sistema. Es una manera respetuosa de cultivar la tierra. El
ecosistema comestible es la forma más eficiente, productiva y
sostenible de hacerlo para obtener alimentos y otros productos útiles
para nosotros.
Dependiendo del autor, hay seis
estratos o capas: los árboles, los arbustos, las herbáceas, las
cubridoras del suelo, las trepaderas y el cultivo de raíz.
Se genera una sucesión guiada de
especies como la que se produce en la naturaleza de manera espontánea
en la que unas plantas pioneras i regeneradoras del suelo preparan el
terreno con el fin de que otras especies menos fuertes, resistentes o
adaptables se puedan establecer. Cuando de deja un terreno desnudo y
degradado como el que queda después de años de agricultura
convencional, aparecen primero las plantas adecuadas para sanar ese
pedazo de tierra. Estas son las mal nombradas malas hierbas que
nosotros preferimos llamar adventicias. Son las pioneras, las que
están preparadas para la faena dura. Nosotros, como cultivadores, no
disponemos del tiempo necesario para que esa tierra se convierta, sin
hacer nada, en un bosque de donde poder extraer recursos y, sin
nuestra guía no se convertiría en nada parecido a lo que aquí
hablamos, por lo tanto, de lo que se trata es de acelerar la sucesión
natural, interviniendo y plantando las plantas más eficientes para
la delicada labor de regenerar el suelo y preparar la tierra.
Plantaremos plantas como alfalfa y otras leguminosas leñosas que
abonan, ablandan y acondicionan la tierra.
Muchas de las plantas de un bosque
comestible son multi función (pueden hacer de corta vientos, o fijar
nitrógeno, generar humus, o dar fruto y ser comestibles, ser
melíferas, medicinales, aromáticas y para especias y condimentos,
que aporten madera para carpintería o leña, cera para velas o
jabón, etc.) y perennes dotándolo de una naturaleza a largo plazo.
Algunas se auto-siembran y otras se propagan a través de rizomas,
estolones, etc.
La tierra no se rotura para mantener la
estructura y proteger la vida del suelo, verdadera base de la
fertilidad, aunque al principio puede que tengamos que labrar para
que el abono verde pueda establecerse y también parar un subsolador
para romper la capa de compactación, capa que se forma con el uso
continuado de maquinaria agraria por debajo de la profundidad del
laboreo.
El suelo se mantiene cubierto con una
gran diversidad de especies (unas trescientas como referencia) desde
árboles grandes y pequeños, arbustos y todo tipo de herbáceas.
Es resiliente: Tiene la capacidad de
recuperarse después de una disturbación y tolera bien los extremos,
como por ejemplo las lluvias fuertes gracias a la esponjosidad de la
materia orgánica y la sequía gracias a las micorrizas, unos hongos
que están en simbiosis con las raíces de las plantas que actúan
como a extensión de las mismas distribuyendo agua y nutrientes
equitativamente por todo el territorio según se requiera.
Al diversificar la producción
impedimos que los contratiempos nos estropeen toda la cosecha: Si la
producción de manzanas se ve mermada a causa de las picadas de la
mosca, aunque es muy probable que en un ecosistema como el que
intentamos reproducir la población de insectos herbívoros no sea
preocupante, tenemos otras especies que no se ven afectadas por la
mosca en cuestión y, por lo tanto, no se convierte en una plaga
devastadora y no requiere de nuestra intervención, a menudo
amenazadora para la vida.
Las plagas pasan más tiempo buscando
su alimento entre la diversidad de formas, olores y colores y
exponiéndose a depredadores que alimentándose y reproduciéndose.
Se intenta maximizar los hábitats de las especies depredadoras como
proveyendo plantas que las benefician, o lagunas, piedras, troncos.
Biotopos.
Avispas, lagartijas, mantis, pájaros, ranas, murciélagos, serpientes,
arañas y libélulas son excelentes depredadores de insectos hervívoros
No todas las especies de plantas que
hay en un forest garden son
de beneficio directo. También hay las plantas de soporte como las
que usamos exclusivamente para fertilizar el bosque con su capacidad
para fijar el nitrógeno atmosférico a través de una simbiosis con
bacterias.
Nódulos de rhizobium sobre leguminosa
Se autofertiliza a través de las plantas fijadoras de N2 y las que,
con sus raíces, suben y recuperan nutrientes del subsuelo antes que
se lixivien y los liberan en forma de hoja caída, exudaciones,
frutos, etc.
La
tierra goza de buena salud y estructura gracias a la amplia cadena
trófica que se genera, desde micro a macroorganismos, plantas
incluidas, y la constante creación de suelo gracias a la materia
orgánica proveniente de la caída de hojas y a la técnica “chop
and drop” aplicada
a nuestro clima, que trata de cortar y dejar la materia orgánica en
el suelo o hacer coppice, es
decir, podar las plantas de soporte que son capaces de rebrotar y
triturar las ramas más pequeñas de cinco centímetros (ya que estas
son las que contienen más lignina y menos celulosa para decantar la
balanza hongos-bacterias hacia los hongos, necesarios para el bosque)
para después extender las astillas
por
el bosque como acolchado, que además de generar suelo y abonar la
tierra, evita que se evapore el agua rápidamente, aporta un nicho
ecológico para especies animales, evita que las plantas adventicias
aparezcan en mayor medida y hace que el sol no toque directamente el
suelo ya que eso puede degradarla.
El suelo siempre se mantiene cubierto, ya sea con acolchado o, mejor
todavía, con la sombra de las plantas.
Lo ideal es que se pueda extraer rendimiento constante. Dentro del
calendario diseñamos para que haya producción el mayor tiempo
posible. Igualmente, se intenta que siempre haya alguna planta en
flor para poder nutrir las abejas.
También absorbe y acumula más CO2 que un monocultivo, ayudando a
evitar el efecto invernadero y el calentamiento global.
Siempre es preferible que se instale en un terreno degradado para
poderlo recuperar, en vez de hacerlo en un sitio donde ya haya un
bosque y talarlo todo para comenzar de nuevo, aunque si hay claros o
espacio también de pueden introducir especies podando un poco para
hacer luz, por ejemplo.
Una aspiración es obtener el máximo rendimiento o output, por el
mínimo mantenimiento o input en términos de energía.
Pese a que la traducción “bosque
comestible” se ha ido estableciendo, está lejos de la
connotación inglesa originaria. En inglés, “forest garden”
es una adaptación de “home garden” que vendría a ser
“huerto doméstico” y traducido literalmente sería
“jardín forestal" aunque lo más apropiado sería
llamarlo "vergel forestal" o usar el término
original acuñado inglés y no traducirlo.
¿Porqué
queremos un forest garden?
La agricultura convencional sufrió una gran transformación debido a
la disponibilidad de energía fósil a un precio muy bajo. Gracias al
petróleo ha sido posible la mecanización del trabajo de la tierra a
gran escala, el uso de productos químicos en el abono y el control
de plagas, la producción de grandes cantidades de alimentos, su
transformación, almacenaje, transporte y comercialización en sitios
lejanos.
Con la agricultura mecanizada se ha observado un incremento de la
producción hasta un 300%, pero el subsidio energético invertido no
se recupera equitativamente ya que por cada diez calorías invertidas
el sistema devuelve una, lo que lo hace claramente insostenible.
Esto significa que las grandes producciones actuales no se deben a
métodos eficientes ni sostenible, sino a una fuente energética
externa, la reducción o colapso de la cual provocaría una
catastrófica caída de la producción.
La agricultura mecanizada, frágil e insostenible
Además hay que tener en cuenta el altísimo precio que se paga por
esta agricultura en términos de erosión, contaminación y emisión
de CO2. En Suiza, por ejemplo, se ha calculado que el 20% de las
emisiones tienen que ver con la producción y distribución de
alimentos.
Hace falta encontrar maneras sostenibles y no dependientes del
petróleo de obtener alimentos. Hace falta observar la naturaleza, la
cual produce grandes cantidades de alimentos para infinidad de seres
utilizando nada más la energía del sol.
Todos los suelos productivos que hay actualmente en el planeta
provienen de antiguos bosques caducifolios, y la agricultura no es
más que un esfuerzo duro y constante para evitar que el bosque
recupere terreno, para luchar contra la tendencia natural de
cualquier tierra que es la de convertirse en bosque por el proceso de
sucesión.
La fuerza de la luz solar sobre la tierra desnuda puede destruir la
vida del suelo, hasta una profundidad de 30 centímetros.
En nuestro clima mediterráneo el bosque original es el encinar,
fresco y sombrío, con mucha diversidad, equilibrado y resistente a
las maluras, sequías, incendios, etc.
Pocos bosques originarios quedan, debido a la sobrexplotación de
éstos: tierras aradas, pastoreo intensivo de animales, tala en
grandes cantidades de árboles para carpintería, leña y carbón,
construcción masiva de naves acuáticas, etc. Lo que tenemos son
bosques en diferentes estadios sucesionales hacia el estado maduro,
donde hay pocos árboles grandes y en cambio muchos matorrales y
pinos que favorecen la propagación de incendios.
La desforestación amazónica: el patrón se repite.
¿Porqué no vamos a favor de la naturaleza y hacemos el camino
inverso al que ha hecho la agricultura, del campo desnudo al bosque,
a través de diferentes estados secuenciales acelerando la sucesión,
obteniendo beneficio de todos ellos?
Hemos crecido en una sociedad que ha separado los usos residenciales
de la tierra de los usos agrícolas y por eso no nos damos cuenta de
la profunda insostenibilidad del sistema de producción de alimentos
actual.
Hemos
de tener en cuenta que para obtener 20 litros de leche que puede
producir una vaca al día (criada con criterios respetuosos) se
necesitan 2 hectáreas de terreno. Con la tierra y el agua (unos
20.000 litros por kilo de carne) que necesita una vaca podrían vivir
20 personas si se alimentasen con los productos que daría ésta
superficie de pastura y cereal transformada en forest
garden.
Aporta una gran belleza y un espacio donde poder recrearse con la
naturaleza y gozar, alimentando el vientre y el espíritu al mismo
tiempo.
Constituye un paso hacia la soberanía alimentaria, pudiendo llegar a
auto-abastecernos completamente, usando un sistema de producción
altamente eficiente que coopera y co-crea con los procesos naturales,
si realizamos un cambio de alimentación actual, basada en cereales,
a una alimentación más diversa y basándola en la consumición de
frutos secos como nueces, castañas, avellanas, almendras, pecanas,
etc.
En el antiguo pueblo de Córcega la gente vivía mayoritariamente de
las castañas que producía la isla hasta que los romanos, que los
querían someter y al no poder hacerlo, encontraron la vía de cortar
todos los castaños, y así lo consiguieron. Tal vez podamos aprender
alguna cosa de esta triste historia y entre otros es que los córcegos
eran autosuficientes. Tal vez podamos revertir el proceso de que sin
dinero no tenemos nada, ni siquiera aquello más básico y por lo
tanto nos volvemos esclavos de la moneda, a: podemos vivir
modestamente en la abundancia de aquello que nos brinda la naturaleza
de manera natural, proponiéndonos volver al Jardín del Edén y
dejar de lado los caminos de la agricultura que implica la frase “te
ganarás el pan con el sudor de tu frente” camino que cada vez más
ha de ir quedando obsoleto.
La
visión de un futuro sin petróleo se nos hace menos temible si
contamos con la posibilidad de vivir en un forest
garden, porqué
cada año que pase el bosque será más maduro, más equilibrado,
hará falta menos esfuerzo por parte nuestra y producirá más
alimentos, más leña, más aire puro, más lluvia y más belleza.
Volveremos a vivir en el paraíso.
Método de implementación
Primera fase: Diseño
Si el terreno lo requiere y no tiene terrazas, es aconsejable diseñar
y construir unas swales o zanjas de infiltración a lo largo
de las curvas de nivel que tienen como finalidad recoger y distribuir
el agua de lluvia y hacer que permanezca en el terreno el mayor
tiempo posible al mismo tiempo que evita erosiones. También resulta
interesante construir alguna laguna ahí donde se acumula el agua, en
una valle o confluencia de laderas y a la altura donde el terreno
pasa de ser cóncavo a convexo.
Un paso importante consiste en elaborar un mapa del terreno designado
a escala 1:100 o 1:200, para poder trabajar mejor.
En cuanto a cómo ubicar las plantas se trata de saber qué, dónde y
cuándo plantar.
Se diseñan los estratos de los árboles y arbustos grandes, de más
de dos metros de altitud, sobre papel (siempre es mejor cometer los
errores en papel), ubicando las plantas más altas al norte, dejando
un margen entre sus copas en la plenitud de aproximadamente la mitad
de la mediana de la amplitud de sus copas una vez maduras (existen
bases de datos), para que haya suficiente luz que atraviese hacia el
sotobosque, y intercalando árboles y arbustos grandes fijadores de
nitrógeno, de tal manera que las raíces de los árboles y arbustos
grandes productores estén siempre en contacto con las de alguna
especie de soporte.
Hace
falta tener en cuenta que algunas especies de árboles, como el
género juglans,
los
nogales, exudan unos químicos por sus raíces que hacen que muchas
de las plantas que están en contacto no se desarrollen. Éste
fenómeno se conoce como alelopatia o efecto alelopático.
Ahora se pueden diseñar los caminos procurando dejar un ancho que
permita pasar una carretilla.
El diseño del estrato arbustivo consiste, básicamente, en ubicar
los arbustos de manera que reciban suficiente exposición solar si la
requieren. Algunas plantas producen bien con poca luz mientras que
otras la necesitan.
El paso siguiente es diseñar los policultivos de herbáceas, primero
los de a corto y medio plazo y después los de a largo plazo según
las condiciones de cada fase: antes que los árboles den demasiada
sombra, las herbáceas tendrán que ser tolerantes al pleno sol y más
adelante a la sombra, en diferentes grados ya que no por todas partes
habrá la misma exposición solar. Los policultivos tiene como
ventaja que utilizan el espacio del suelo y la luz del sol más
eficientemente que un monocultivo ya que las raíces y las partes
aéreas se solapan mejor y que aumenta la resiliencia del conjunto.
Se escoge una mezcla de plantas: herbáceas perennes (por ejemplo
aquellas que la parte aérea muere en invierno y rebrotan en
primavera desde raíz), perennes siempreverdes, bulbos, arbustos
pequeños, tubérculos y cosecha de raíz, arbustos y plantas
trepadores y plantas corredizas a nivel de suelo que al expandirse
llenan los vacíos que puedan quedar. Son plantas que procuden
alimento o bien sirven para fijar nitrógeno, o son meliferas,
forrageras tintórias, ceríferas, aromáticas, medicinales, o actúan
como acumuladoras dinámicas (acumulan y liberan nutrientes), o que
sirven como cobertoras del suelo o para producir materia orgánica, o
para favorecer la fauna beneficiosa o muchos de estos aspectos a la
vez, tal como dice un principio de la permacultura: que cada elemento
tenga múltiples funciones.
Aquí intentamos que todo quede apelmazado i que, por lo tanto, no
haya sitio ni oportunidad para la vegetación adventícia, aunque
siempre la habrá en un grado u otro.
Hay que tener en cuenta las necesidades hídricas y lumínicas de
cada especie, que varían, y plantarlas en el sitio donde puedan ser
satisfechas. Por ejemplo: es probable que la zona que está más
cerca del margen de una terraza sea más seca que la que está justo
por debajo de la superior, aunque seguramente también sea más honda
y queramos poner árboles que tengan raíces profundas que tiren
hacia abajo, ya que, para hacer las terrazas se excava un triángulo
de la parte alta y se añade a la parte baja de manera que quede
plano.
Se puede plantar un pedazo del terreno y debajo de los árboles todo
de una sola herbácea, siempre que sea vigorosa y buena cobertora,
como la menta, con el fin de intentar excluir las plantas
adventícias, o se puede plantar una mezcla de plantas. Dada la
complicación que representa la competéncia entre éstas i la
posibilidad de que una ahogue a las otras, proponemos tres casos:
- Se puede diseñar un espacio con dos plantas tipo mata. En este
caso tendria que ser la planta más competidora, grande y alta
formando islas dentro de un mar la planta más pequeña y menos
competidora.
- Otro caso seria plantar islas de una planta tipo mata dentro de un
mar de una planta corrediza. Si la mata es fuerte y vigorosa, la isla
la puede formar una sola de estas plantas y si no lo es pueden ser
várias plantas formando la isla.
- El último de los casos propuestos seria plantar dos plantas
corredizas. Este caso representa más reto ya que es más probable
que una planta excluya la otra por competición. Aquí tenemos que
escoger plantas de similar vigor y hábito o escoger una planta
siempreverde, tolerante a la sombra y menos vigorosa y la otra
caducifolia y más vigorosa.
Ya que hay pocos ejemplos documentados de las asociaciones de
cultivos perennes eficientes para nuestro clima seria interesante dar
lugar a la experimentación. Para hacerlo, seria bueno documentar qué
plantas se asocian y sus características. Como a ligera guía, decir
que es importante que ocupen nichos ecológicos distintos dentro del
espacio-tiempo: que se nutran mayoritariamente de nutrientes
diferentes, que tengan ciclos vitales diferentes o “despierten”
en diferentes momentos del año o que, senzillamente, el patrón de
las partes aéreas y de las raíces sea distinto. Se puede enganchar
una pegatina de color en los tiestos según el tipo de raíz antes de
plantar y mezclarlas en el sitio. En todo caso no optaria por mezclar
más de cinco especies diferentes en un sitio reducido. Como dicen en
permacultura la cosecha sólo se ve limitada por la imaginación.
¡Las posibilidades son enormes!
Una técnica que se puede utilizar y que resulta útil para construir
el humus o capa orgánica del suelo, aspecto particular de todos los
bosques, es ubicar las especies pensadas para medio y largo plazo y
plantar densamente, en el estadio inicial y en los espacios vacíos
separados de una distancia prudencial, con árboles, arbustos y
herbáceas que usaremos exclusivamente como soporte, sobretodo
leguminosas que rebroten en ser cortadas, que cuando crezcan serán
serradas o segadas i trituradas si són leñosas (en nuestro clima
mediterráneo, en sitios sin humedad constante, tardan mucho más en
descomponerse si no lo hacemos así) i entonces esparcidas por el
terreno como acolchado. Más tarde volverán a crecer y podremos
repetir el proceso hasta que las especies que queremos conservar sean
bastante grandes y hayan ocupado el sitio. Las plantas, en ser
podadas, se libran de una parte de las raíces. Éstas, en
descomponerse o ser comidas por gusanos de tierra (los mejores
trabajadores que podamos desear!), acondicionan la tierra nutriendola
de nutrientes y dejando canales blandos por donde las raíces de la
vegetación posterior encuentran el camino más sencillo.
Para
realizar este diseño es necesario tener un determinado conocimiento
de las características de las plantas.
Para un listado de plantas útiles para el clima mediterráneo ver
Plantas
para el diseño.
De cada una, en cuanto al diseño, es útil conocer las necesidades
hídricas i lumínicas; el ciclo de crecimiento a lo largo del
calendario: fases en que se desenvolupa, florece, fructifica y muere;
la hardiness
zone o
rango de temperaturas que tolera; las tolerancias de PH; la forma que
adopta; altitud y amplitud en la madurez; el patrón de las raíces;
el hábito que muestra: si hace rizomas, estolones, si es corrediza,
siempreverde, efímera, perenne o anual, si hace chupones o si forma
mata o tiene un solo tronco; los usos i funciones dentro del bosque;
etc.
Algunas especies con frutas sorprendentes y poco conocidas se pueden cultivar
en nuestro clima, como el paw paw, con un gusto entre mango, plátano y papaya.
en nuestro clima, como el paw paw, con un gusto entre mango, plátano y papaya.
Segunda fase: Preparación.
Se subsuela y labra la tierra y se siembra con abono verde o plantas
que abonen y que con sus raíces abran la tierra condicionándola.
Las plantas que proponemos para esta función son: alfalfa (Medicago
sativa) con el fin de reblandecer la tierra y abonarla en
profundidad, rábano (Raphanus sativus), que rompe el suelo
compactado y trébol (Trifolium repens) que al ser corrediza
llena los espacios vacíos además de abonar con nitrógeno. Se deja
que las plantas trabajen la tierra a lo largo de dos años.
Subsolador yeomans
Paralelamente se prepara el vivero de las plantas de soporte y de las
especies productivas deseadas, teniendo en cuenta las cantidades
expresadas en el diseño. Es aconsejable sembrar las plantas bajo
invernadero con nebulizadores, en tiestos o mejor en root trainers
(entrenadores de raíces) y en el caso de los árboles y grandes
arbustos cuando tengan una saba se pueden transplantar en tiestos más
grandes fuera, en el vivero. Cuando se siembren semillas grandes es
aconsejable colgar los recipientes con hilos ya que a los roedores
les encantan. También se pueden instalar trampas enganchosas para
evitar la mayoria de las plagas que el plantel puede tener en el
invernadero.
Las raíces en root trainers no circulan en círculo y se las puntas podan con el aire.
Es aconsejable injertar los árboles. Las ventajas son las
siguientes: Fructifican mucho antes; dan los mismos frutos que el
árbol de origen (son clones) i si no lo hiciéramos podría ser que
los frutos no sean buenos, ya que, por arte de la combinación
genética, la loteria puede dotarlos de grandes cualidades
organolépticas o no; se puede escoger los pies o portainjertos que
se adapten mejor al terreno cuando la especie injertada no lo haria;
se puede regular el vigor (la fuerza y el tamaño) y la longevidad
según el portainjertos; hacer que resistan mejor algunas
emfermedades; etc. Por contrapartida, acostuman a vivir menos años i
según cómo se mire, puede resultar una práctica abobinable en
contra de toda naturaleza: es posible que hayamos seleccionado las
plantas con frutos más gustosos y grandes pero, quizás, no
necesáriamente las más nutritivas o las más adecuadas para que por
naturaleza tengan más ventaja evolutiva. Hoy encontramos naranjas
grandes, sabrosas y sin apenas semillas, lo que para nosotros puede
resultar agradable, pero si no tiene semillas nos estamos condenando
a tener que perpetuar su especie con nuestra propia labor y si, por
lo que sea, dejáramos de hacerlo no habría manera de que siguieran
existiendo, por no hablar de la resta de especies de las cuales no
podemos sacar un beneficio directo, que eliminamos si se interponen
entre nuestro alimento y nosotros.
Tercera fase: Establecimiento.
En otoño, teniendo ya la tierra preparada, se transplantan los
árboles i arbustos entre el abono verde, que lo podemos conservar,
haciendo el alcorque: una especie de plato hondo con el fin de que el
agua quede acumulada ahí y no vierta. Es interesante cubrir los
alrededores con una capa gruesa de cartón, evitando que esté en
contacto con la corteza para evitar podredumbres, así nos aseguramos
que no sufra el ahogo de las plantas adventícias.
Ahora se puede instalar un sistema de irrigación, sólo para
aquellos arboles y arbustos que lo requieran. En nuestro clima, con
nuestra pluviometria y en verano nos vemos obligados a regar las
plantas que durante sus primeros años de vida sean vulnerables a la
sequía, aunque escogemos desde un inicio plantas tolerantes. Una vez
tengan un sistema radicular fuerte y profundo ya no hará falta regar
más.
En la primavera siguiente es cuando se realizan las plantaciones de
los policultivos de herbáceas. Préviamente se ha cubierto
densamente de cartón la zona a plantar y ahora se destapa.
Con todo esto se estima que en unos cinco años los árboles
comienzen a producir y en quince llegan a la madureza, pero también
se puede tener cosecha de otras especies mucho antes, desde los
primeros estadios.
Epílogo
Tal como decía Mahatma Gandhi, el planeta tiene recursos suficentes
para satisfacer las necesidades de todos, pero no la avarícia de
unos cuantos. Volver a los orígenes no siempre significa volver
atrás y perder bienestar pero puede representar ganar en propósito,
moralidad, salud y comfort. Nuestros antepasados
cazadores-recolectores, a diferencia de lo que se cree, vivian en una
glória que se ha perdido y ya no podemos recordar. El nacimiento de
la agricultura nos permitió volvernos sedentarios y incrementar la
disponibilidad de alimentos. Esto originó un crecimiento demográfico
y al haber más individuos que alimentar se requirieron de más
campos de cultivo, generando al mismo tiempo más alimentos y más
crecimiento demográfico, porque también se necesitaban de más
manos para cultivar. A partir de entonces el crecimiento fué
exponencial y, como un pez que se muerde la cola, todavia dura hasta
dia de hoy. Se cree, y parece obvio, que nuestros antepasados
tribales se lo pensaban mucho antes de traer nuevas criaturas al
mundo ya que la relativa escasedad de alimentos era un factor
limitante. Si es cierto que en temas de salud, como la emfermedad o
romperse una pierna, no siempre eran fáciles de resolver, también
es cierto que no eran tan diversos como los que ahora tenemos y los
peligros menores en otros sentidos, ya que comenzaron a aparecer
nuevas emfermedades debidas a la alimentación menos rica y variada
y, como en el caso de los monocultivos, el cúmulo de individuos
favorece la propagación. También nos vimos afectados por las
hambrunas causadas por años de malas cosechas y más recientemente
la aparición de químicos sintéticos, el electromagnetismo, la
radiación y demás. Con todo esto ha quedado impreso en la
consciencia colectiva que vivimos mejor en tiempos presentes que no
en el pasado, yo digo: ¿de qué pasado hablamos?
A veces observo actitudes i comportamientos que bien podrian ser los
de un óvulo esperando en ser fertilizado y también los de un
espermatozoide en busca del premio, pero el final a cumplir por los
dos es el mismo: eternizar, producir y evolucionar la vida. Esta es
como una maraña de redes en la que existe una interdependencia, a
veces muy sutil, en la que todo depende, apoya y requiere el todo,
formando un ciclo cerrado: la naturaleza no conoce desperdicio, lo
que es residuo para unos es alimento para otro. Esta interconexión
es tal, que no hay diferencia entre lo que le hacemos a la naturaleza
y lo que nos hacemos a nosotros mismos en conjunto: se puede observar
como enjaulamos los animales exclusivamente para la producción y
cómo estamos enjaulados de la misma manera, cómo podamos los
árboles brutalmente para producción y cómo nos podamos las mentes
de la misma forma, no hay diferencia en el hecho de eliminar todo lo
que no nos beneficia directamente en los campos de cultivo y asaltar
con cargas policiales una manifestación pacífica en nombre del
orden creado. Por todas partes se puede ver las implicaciones de la
interconexión a veces no tan horrorosas como estos breves ejemplos.
La guerra en general contra la naturaleza en general parece ser fruto
del miedo en general. Como dice el maestro zen Thich Nhat Hanh, no
hay camino hacia la paz, la paz es el camino. Estamos desafiando el
orden natural de las cosas y desviando la atención hacia problemas
que consideramos de vital importancia cuando otros temas de extrema
necesidad y importantes de verdad nos empiezan a asfixiar. Nosotros
tenemos en nuestras manos la decisión y la oportunidad de convertir
nuestro hogar, el planeta tierra, en fuente de belleza, harmonia y
paz. ¿Seremos suficientemente inteligentes, aspecto por el cual nos
sentimos tan superiores a la resta de seres vivos, para resolver los
problemas profundos y fundamentales que nos afectan a todos?
¡Hagámoslo! ¡Paso a paso!
Los
lemmings se conocen por su suicidio colectivo. Comen y se reproducen hasta
que, habiendo agotado la comida emigran en busca de más. A veces un rio
se interpone en su camino...
Bibliografía
Permaculture, a designer’s
manual,Bill Mollison, Desembre 1988
Gaia’s Garden, Toby
Hemenway, Abril 2001
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Jacke with Eric Toensmeier, July 2005
Rainwater Harvesting for Drylands
and Beyond, Brad Lancaster, 2008
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How to make a Forest Garden,
Patrick Whitefield, Octubre 2012 (3ª edición)
The one straw revolution, Masanobu
Fukuoka, 1978
Sepp Holzer’s permaculture, Sepp
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Fern,
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Fuentes
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Greening the desert, Geoff
Lawton, 2001
El rebelde agrario, Sepp
Holzer, 2001
A forest garden year, Martin
Crawford, September 2010
Una
granja para el futuro, Rebecca
Hosking, 2008
Autor
Han Kim, permacultor certificado, estudioso de diferentes tendencias
teóricas en la implementación del forest garden y estudiante
de ingeniería agroambiental y del paisaje.
– El contenido de este trabajo
puede ser usado para la libre divulgación siempre y cuando se haga
cita de los autores y del web en si –
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